“Aisha Kandisha”
En Europa, a los niños les asustaban
con el coco, el hombre del saco o con el diablo al que representaban o se lo
imaginaban como un demonio con rabo, tridente y echando fuego por la boca. En
nuestras regiones norteafricanas no era imaginación, pues tanto los niños como
gran parte de los adultos, sentían, veían u oían seres del más allá o del más
acá, que alternaban una constitución etérea con una carnal según las
circunstancias.
El personaje que más temor nos causaba
era “Aisha Kandisha”, un ser de ultratumba, y a la que raro era el niño que no
la había apercibido con aspecto de una mujer, muy entrada en años, pelo raído,
largo y sucio; facciones arrugadas, pronunciada joroba, mirada cruel y
relampagueante y boca abierta y desdentada.
“Aisha
Kandisha” es la metamorfosis de un mito tradicional judeo-bereber del
sur marroquí, en el que Lilit, la antecesora de Eva, la habían transformado en
el norte en “Aisha Kandisha”. Se cuenta que Eva no fue la primera esposa de
Adán, sino que antes existió Lilith. Esta quiso ser igual que el hombre ya que
le indignaba la prepoténcia de Adán y sus exigencias a la
fuerza y por eso le abandonó, por lo que el Creador convirtió a Lilith en una
diablesa mata niños.
No hay comentarios:
Publicar un comentario