SEMANA
SANTA
Procesión
del Encuentro
La Procesión del Encuentro
Doloroso es uno de los momentos más importantes de la Semana
Santa,se realiza de la siguiente
manera:
Encuentro de la Verónica en Chinchilla.
El Viernes
Santo, a las diez de la mañana, se
escenifica la lectura de la sentencia a muerte de Nuestro Señor Jesucristo por
parte de la sección de "Los Romanos" de la Cofradía
del Santísimo Cristo de la Agonía y Santo Entierro. Estos salen por la puerta de la Iglesia Parroquial
que da al Balcón del Sol, al tiempo que suenan unas llamadas de cornetas.
Detrás, al redoble de unos timbales, sale el paso de Nuestro Padre Jesús
Nazareno con la cruz a cuestas portado por cofrades de la Real
Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, las Cruces y Santísima Virgen del
Rosario, y el Coro de la Pasión Cantada.
El Centurión romano da entonces lectura a la sentencia.
A continuación, al tiempo que van
sonando algunas de las estrofas del Canto de la Pasión de Chinchilla, las distintas cofradías comienzan a desfilar para
hacer el recorrido por la parte baja de la Ciudad y concluir de nuevo en la
Plaza de La Mancha para escenificar el Encuentro Doloroso. La interpretación
íntegra del Canto de la Pasión durante todo el recorrido, hay ocho estrofas
correspondientes al Encuentro.
Una vez en la Plaza, se sitúa el
paso de Nuestro Padre Jesús Nazareno en el lado opuesto a la fachada del
Ayuntamiento; la Verónica, San Juan Evangelista, Santa María Magdalena y
Nuestra Señora de los Dolores junto a la fachada del Ayuntamiento, la oración
del huerto bajo el reloj y el paso del Santísimo Cristo de la Agonía en el
"Balcón del Sol". Al toque de un tambor y acorde con la narración del
"Canto de la Pasión", el paso de La Verónica marcha al encuentro de
Nuestro Padre Jesús, haciendo tres genuflexiones o cortesías durante el
recorrido. Al llegar al punto donde se encuentra el Nazareno, los cofrades unen
ambas imágenes, quedando el velo blanco que porta la Verónica en contacto con
la imagen de Cristo, tras lo que la Santa Faz aparece en el paño. Tras este
primer Encuentro, la Verónica se retira para volver a su sitio, haciendo de
nuevo tres genuflexiones y llevando impreso el Santo Rostro en su paño. Cuando
la Verónica llega al lugar del que partió, la imagen de Nuestra Señora de los
Dolores, flanqueada por Santa María Magdalena y San Juan Evangelista, se dirige
hacia el Nazareno, haciendo tres genuflexiones o cortesías al igual que la
Verónica.
San Juan y la Magdalena, a mitad de recorrido, se
detienen, mientras que la Virgen continúa al encuentro de su Hijo. El momento
del abrazo de Madre e Hijo es muy emotivo.
MÒNICA OLMEDO MASNOU
No hay comentarios:
Publicar un comentario